Chupete Altamirano y
su pasión por el futbol
NueveQuinceTlaxcala
Raymundo Altamirano |
Ingeniero de profesión, cementero por convicción y futbolista por pasión, así en estas tres frases se describe a Raymundo Altamirano Arias.
En el once de SOGIMA la labor de Altamirano Arias consiste en contener, recuperar y destruir, acciones de juego de sus adversarios.
Y de su pierna izquierda surge alta técnica con el balón, es de los pocos jugadores que se echan al equipo a la espalda.
En el terreno de juego como centrocampista es entrega y pundonor, siempre sin marca; se muestra y sale al encuentro del balón para producir consecuencias de orden técnico.
Y desde que el árbitro da el silbatazo inicial hasta el final, se esfuerza en recuperar, asistir y en el último de los casos destruir, limpiamente las jugadas adversarias.
Por su carácter que tiene y fortaleza física, al tlaxcalteca de tez morena y corte del cero, algunos los comparan con el chileno naturalizado mexicano Humberto Andrés Suazo Pontivo, ídolo de Monterrey, también conocido por su apodo como ‘Chupete’.
Altamirano siempre permaneció en equipos campeones que han dejado y dejan huella en el balompié estatal y nacional.
El futbol al ahora cuarentón, le ha permitido levantar copas en equipos como el Instituto Tecnológico de Apizaco, el Sindicato Nacional de Trabajadores al Servicio de la Educación, Valencia, Sogima y recientemente en el Real Madrid de San Hipólito.
Empero, no siempre ha tenido el éxito de su lado, sin embargo; los obstáculos que enfrenta los ha sabido superar con el apoyo de su esposa, sus hijos y su hermano Armando “Chepe” Altamirano.
En algunas finales se le han ido títulos de sus botines, pero la recompensa ha sido mayor, cuando sus piernas se encuentran con el gol, la máxima expresión del futbol.
El laboral como servidor público i líder sindical en la compañía Teléfonos de México, le ha dado una jerarquía adicional en las canchas de juego.
Y después de los partidos convive con sus AMIGOS, como aficionado de la máquina celeste de la Cruz Azul y fiel seguidor del Real Madrid donde militó el pentapichichi Hugo Sánchez Márquez.
Hoy, es indudable que esta fortaleza para lograr el éxito, la adquiere de su familia: sus pequeños Diego Armando y Diana, herederos que también visten de azul.
Su esposa… médico de profesión, lo sigue de cerca en fines de semana para compartir más triunfos que derrotas en la vida.
Para ‘El Chupete’, 2015 ha sido de éxitos a inicios del año después de combatir tiempo reglamentario y tiempos suplementarios celebró en penales el Tricampeonato de Sogima al lado de Rogelio Pedroza Sánchez y sus amigos que dieron cuenta del Club Preparatoria, reforzado con el chilero Enrique Sánchez.
Pero, también aportó para campeonar otra vez con el equipo Real Madrid de la Liga Clubes Unidos de
Y así, en la mira está la búsqueda de un nuevo título con Sogima, el Tetracampeonato a mediados de diciembre y sumar a sus vitrinas de la “egoteca”, más títulos.
Por lo pronto, en la posición de centrocampista (contiene, recupera y destruye) en las acciones de juego y no hay otro como él, en toda la Liga Veterano de Zaragoza.
Tlaxcala, un título que compartió con Carlos Sinto Vázquez, compañero en Sogima.En el once de SOGIMA la labor de Altamirano Arias consiste en contener, recuperar y destruir, acciones de juego de sus adversarios.
Y de su pierna izquierda surge alta técnica con el balón, es de los pocos jugadores que se echan al equipo a la espalda.
En el terreno de juego como centrocampista es entrega y pundonor, siempre sin marca; se muestra y sale al encuentro del balón para producir consecuencias de orden técnico.
Y desde que el árbitro da el silbatazo inicial hasta el final, se esfuerza en recuperar, asistir y en el último de los casos destruir, limpiamente las jugadas adversarias.
Por su carácter que tiene y fortaleza física, al tlaxcalteca de tez morena y corte del cero, algunos los comparan con el chileno naturalizado mexicano Humberto Andrés Suazo Pontivo, ídolo de Monterrey, también conocido por su apodo como ‘Chupete’.
Altamirano siempre permaneció en equipos campeones que han dejado y dejan huella en el balompié estatal y nacional.
El futbol al ahora cuarentón, le ha permitido levantar copas en equipos como el Instituto Tecnológico de Apizaco, el Sindicato Nacional de Trabajadores al Servicio de la Educación, Valencia, Sogima y recientemente en el Real Madrid de San Hipólito.
Empero, no siempre ha tenido el éxito de su lado, sin embargo; los obstáculos que enfrenta los ha sabido superar con el apoyo de su esposa, sus hijos y su hermano Armando “Chepe” Altamirano.
En algunas finales se le han ido títulos de sus botines, pero la recompensa ha sido mayor, cuando sus piernas se encuentran con el gol, la máxima expresión del futbol.
El laboral como servidor público i líder sindical en la compañía Teléfonos de México, le ha dado una jerarquía adicional en las canchas de juego.
Y después de los partidos convive con sus AMIGOS, como aficionado de la máquina celeste de la Cruz Azul y fiel seguidor del Real Madrid donde militó el pentapichichi Hugo Sánchez Márquez.
Hoy, es indudable que esta fortaleza para lograr el éxito, la adquiere de su familia: sus pequeños Diego Armando y Diana, herederos que también visten de azul.
Su esposa… médico de profesión, lo sigue de cerca en fines de semana para compartir más triunfos que derrotas en la vida.
Para ‘El Chupete’, 2015 ha sido de éxitos a inicios del año después de combatir tiempo reglamentario y tiempos suplementarios celebró en penales el Tricampeonato de Sogima al lado de Rogelio Pedroza Sánchez y sus amigos que dieron cuenta del Club Preparatoria, reforzado con el chilero Enrique Sánchez.
Pero, también aportó para campeonar otra vez con el equipo Real Madrid de la Liga Clubes Unidos de
Y así, en la mira está la búsqueda de un nuevo título con Sogima, el Tetracampeonato a mediados de diciembre y sumar a sus vitrinas de la “egoteca”, más títulos.
Por lo pronto, en la posición de centrocampista (contiene, recupera y destruye) en las acciones de juego y no hay otro como él, en toda la Liga Veterano de Zaragoza.
Ataviado con el uniforme de Cruz Azul, porta el número 10 de Christian ‘Chaco’ Giménez; es educado y difícilmente se hace amonestar.
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