La
pasión de Concho por el balompié
NUEVE
QUINCE TLAXCALA
Arquitecto
de profesión, presidente por convicción y futbolista por pasión, así se
describe a José Concepción Carmona Díaz, alcalde del municipio de
Yauhquemehcan.
El
14 de enero de 2011, tomó posesión como presidente municipal constitucional de
esa
Jurisdicción
de unos 33 mil habitantes.
Desde
entonces, trabaja y gestiona acciones, obra y servicios para su comuna.
Priísta
de convicción, por su carácter, es apreciado por los habitantes a los que
ayuda.
Su
carisma que lo caracteriza, lo hace ser un presidente sencillo y amigable, pero
al mismo tiempo fuerte, de carácter y decisivo.
Y
contrario a otros representantes populares (que se suben a su tabique), en
lugar de servirse, sirve; antes de tomar alimentos, los ofrece y como dice la
canción: se quita la camisa por un buen amigo, hasta ahí.
Así
es Concho como cariñosamente sus
amigos y hasta el Gobernador Mariano González Zarur le llaman, un anfitrión por
tradición.
Con
la visión de constructor, en menos de año y medio, le ha cambiado el rumbo a
Yauhquemehcan que ahora cuenta con mejores obras de infraestructura deportiva,
mejores vías de comunicación, de seguridad, de salud y de educación.
Hoy
su pueblo se lo reconoce, en la feria del fin de semana, las muestras de
solidaridad y respaldo a su gobierno se hicieron presentes.
Por
su liderazgo, sus subordinados lo respetan y le aprecian por su camaradería.
Su
brazo derecho Guadalupe Mendieta Junco “El Willy” que lo acompaña, lo asesora y
lo fortalece.
Como
entrenador El Willy, –portaba visera de Enrique Peña Nieto– daba órdenes
precisas que se tenían que cumplir, regañaba a cuanto jugador cometía un error,
al final como su líder peñista, obtuvieron el triunfo.
El
domingo pasado, Carmona Díaz fue parte importante en la obtención del
campeonato de futbol con Zahory en la comunidad de Atlihuetzia de la Liga Santa
Cruz Tlaxcala.
En
la zaga, dio órdenes precisas para obtener el título, el segundo en menos de un
año.
Su
tradicional número 69 que fue cuando nació, lo porta con elegancia, es fuerte y
técnico pero al paso del tiempo, práctico.
Sus
hijos Cristóbal, Tonantzin y María Concepción, su esposa María del Carmen
Vázquez Camarillo son su fortaleza a la partida de su señor padre, Raúl Carmona
Junco, hace poco más de un año.
De
lunes a viernes trabaja para su municipio, en fines de semana no se pierde una
jornada de futbol.
Cruz
Azul y Real Madrid son los equipos de sus amores.
A
Cruz Azul lo recuerda como campeón en 1978 con Miguel Marín en la portería ante
tigres de Nuevo León, el título más reciente en 1997 con el gol de Carlos
Hermosillo en el estadio Nou Camp del estado de Guanajuato y la final de la
Copa Libertadores en La Bombonera de Argentina ante River Plate en 2001
aquellos días de gloria.
De
Real Madrid y la magia de sus jugadores, cuando niño le tocó vivir semana a
semana los goles de fantasía de Hugo Sánchez a pases de Martín Vázquez, Michel,
Gordillo o Butragueño, luego en otras generaciones con Iván Zamorano, Ronaldo
de Sousa, Raúl González, Roberto Carlos, Sinedine Zidane, Karim Benzema, Iker
Casillas y tantas figuras hasta
Cristiano Ronaldo.
Para
hombres apasionados de verdad, el trabajo, las mujeres y el futbol son la
esencia de la vida, que más se puede pedir a esta edad de 43 años.
Así,
en estas significativas palabras se describe a José Concepción Carmona Díaz,
arquitecto de profesión, alcalde por convicción y futbolista por pasión.
Porque
Así es el Futbol.
Hasta
la Próxima.
jajaja como se nota que le hacen la barba al viejo ratero ese del concho, si no pregunten nada mas lo que debe a los proovedores del ayuntamiento, a sus mismos empleados que lo apoyaron el la campaña, y despues no cumplia a unos les prometio hasta darles sus propios carros y puestos para sus familiares pero a la hora de la hora don concho se hizo de la vista gorda. pero ahora quiere ser diputado la gran rata sarnosa, primero que pague todo lo que debe, que se deje de hacer de tantos terrenos con sus prestanombres para sus construcciones y que deje en paz al pueblo que le da de tragar ratero asqueroso, pero ya le llegara la hora
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