miércoles, 18 de diciembre de 2013



Se entumen Loros en El Tlahuicole

NUEVEQUINCETLAXCALA
La lluvia, la centella y el frío entumieron a Loros.
Ayer, nuevamente se escribió la historia en el monumental estadio Tlahuicole, al coronarse Linces de Tlaxcala.
Después de 35 años de sequía, volvió el futbol, la pasión del ‘juego del hombre’.
Y tal parecía que la hazaña no se lograría, en la cancha, los jugadores hicieron lo fácil, lo difícil y hasta lo imposible.
El portero Miguel Tejeda se desplomó antes de concluir el primer tiempo, una centella cayó muy cerca del estadio que incluso, dos niños recoge balones fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja.
Pero la afición que abarrotó el inmueble estaba confundida; el gol que provocara el alargue no llegaba y el tiempo se esfumaba, no había cómo empatar el juego y obligar a los tiempos suplementarios.
Y cuando parecía Linces que no alcanzaría la gloria, justo cuando faltaban ocho minutos del final, el Tlahuicole estalló de júbilo.
 Fue en un abrir y cerrar de ojos que “El Genio”’ Dieter Villalpando se consagró a sus 22 años de edad.
Consiguió ingresar por derecha se llevó la marca de dos jugadores y lanzó el centro al área de penal donde la zaga rechazó, pero el balón quedó en los botines de Zazueta quien observó sólo a su pareja Francisco Santillán, este no dudó en enviar al fondo de las redes el balón, lejos del arquero visitante Miguel Tejeda.
Entonces, el estadio estalló en júbilo. “¡Linces!, ¡Linces!, ¡Linces!”, el zaguero Francisco Santillán era felicitado por sus compañeros.
El juego aéreo de Linces, el mismo que le dio resultado ante Unión de Curtidores y Murciélagos en cuartos y semifinal, fue letal.
Eder Cruz contundente de cabeza y Francisco Santillán los anotadores para el 2-0, 3-3 global.
Y entonces, más de dos mil 500 gargantas coreaban: ¡Goooool!
Y se repitió la historia de la temporada 1978-1979 cuando Lobos de Tlaxcala fue campeón en el mismo escenario.
Y es que en el futbol, el que perdona pierde, eso pasó a Loros que no tuvo suerte con su goleador Juan Carlos Martínez Carmona, quien en casa hizo dos goles, ahora se fue en blanco porque tivo cuando menos, tres oportunidades claras de gol frente a Carlos Fernández Demeneghi.
Después del alargue, ambos equipos intentaron anotar el gol del campeonato en los tiempos extras, pero su majestad no llegó.
Con una excelente condición física, Linces siempre propuso, Loros se conformó; las piernas de algunos jugadores mermaron con la lluvia, el frío y la altitud, hasta que llegaron los penales.
Nuevamente Juan Martínez, con el número nueve en los dorsales, fue el primer tirador Loro tras perder el sorteo que hizo el silbante Ángel Flores, su disparo quedó lejos de la portería local.
En la muerte súbita, Martín Orozco se encargó de cobrar el octavo tiro, tampoco tuvo suerte y su disparo terminó encima del marco defendido por Demeneghi, para el 11-10 final.
Este sábado 14 de diciembre el número nueve fue cabalístico para Linces, mientras Martínez   fallaba, Eder Cruz con el mismo número acertaba y de espectacular pirueta festejaba el primer gol.
Samuel “Taz” Rodríguez, quien pagó el boletaje de su plantilla de jugadores del equipo ‘Amigos’ que milita en el Liga Clubes Unidos de Tlaxcala, coreaba: “Vamos, vamos Linces, que esta tarde tenemos que campeonar”.
Ángel Mata Primo, exfotógrafo de esta casa editora, recordaba el título de Lobos de Tlaxcala en 1979.
La barra ‘La Clandestina’ nunca paró de apoyar, incluso entre el aguacero que trajo centellas.
En el graderío oriente, el exmilitar Ángel Rodríguez se quitó la ropa de su trabajo y se enfundó la blanquiazul de Linces, esa de la buena suerte que lo llevó al campeonato en forma invicta desde la jornada uno, hasta la final en casa.
Ayer, el estadio Tlahuicole despertó de su letargo tras siete lustros de sequía.
Ayer, hasta la atípica lluvia, bendijo a los tlaxcaltecas.
Y Villalpando, Cruz, Demeneghi, Santillán, Torres Nilo, Zazueta, Olvera, Moreno, García, Ledesma, Villeda, Ramírez Fassi, Coba, Maldonado, Soto, Henríquez, Torres, Ricky Moreno y JulioCervantes, cumplieron ante su público, en la cancha fueron unos guerreros.
Ayer, Gregorio Cervantes Serrano, presidente del club Linces de Tlaxcala, señaló que la iniciativa privada sale al quite a favor del futbol y ahora le toca al Gobierno del Estado, todo esto, para unir a la familia.
Y el estadio Tlahuicole, ese ‘elefante blanco’ que sirvió para bailes en otros sexenios, ahora fue testigo de la pasión del hombre en el que cientos de aficionados ya encariñados con Linces,  lloraron de júbilo, pero mañana será otra historia.
Y ayer, la lluvia, la centella y el frío, fueron aliados de Linces de Tlaxcala, ante unos entumidos Loros de Colima.

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